¿Qué es la miopía?

Desde el punto de vista etiológico la palabra miopía viene del griego y significa “guiñar” o “cerrar los ojos”, ya que el miope ve mejor al estrechar la apertura palpebral, consiguiendo así formar una hendidura estenopeica que produce un aumento de la profundidad de foco.

La primera definición sobre esta patología la realizó Kepler en 1611, pero no fue hasta 1932 donde Plempius explora la forma anatómica de un ojo miope descubriendo un ligero alargamiento en la parte posterior. En 1855 gracias a los estudios de Donders pudieron establecerse las manifestaciones clínicas y las alteraciones anatomo-patológicas. Desde una perspectiva óptica, la luz que incide en un ojo miope que mira al infinito llega en forma de rayos paralelos que enfocan por delante de la retina, formándose una imagen desenfocada y generando una visión borrosa (Figura 1).

Figura 1.Ojo miope viendo al infinito. La imagen se enfoca por delante de la retina.

Cuando un ojo miope mira un objeto cercano, los rayos de luz que inciden sobre él son divergentes, por lo que el punto de enfoque se desplaza hacia atrás, formándose una imagen enfocada en la retina y proporcionando una visión nítida (Figura 2).

Figura 2. Ojo miope viendo un objeto cercano. La imagen cae sobre la retina.

Por ello el paciente ve mal los objetos situados a ciertas distancias, pero siempre existe un punto donde su visión es nítida (punto próximo). El único modo de generar sobre la retina una imagen clara de un objeto lejano sería mediante la interposición de una lente negativa que modifique el valor de la convergencia de los rayos de luz provenientes de un objeto tal y como observamos en la siguiente imagen.

Estrategias para el control de la miopía en niños y adolescentes

 

Se conocen varios métodos para el control y/o reducción de la miopía en niños y adolescentes.

Uno de los más utilizados es el uso de lentes de contacto de desenfoque periférico. Se ha demostrado que la retina periférica está relacionada con el estado refractivo central. Por lo tanto, se han diseñado lentes de contacto con un perfil especial para reducir tal desenfoque. Estas lentes están fabricadas con hidrogel o hidrogel de silicona y son de uso diurno.

El siguiente método de control de la miopía sería la ortoqueratología nocturna, tratamiento caracterizado por el uso de una lente de doble geometría inversa (lente con 2 bandas, una de cierre y otra de aplanamiento permitiendo 3 reservorios de lágrima), que genera un moldeado rápido y controlado del epitelio corneal mientras el paciente duerme.

La lente de ortoqueratología se caracteriza por el uso de un material rígido para el moldeamiento corneal y presentar una zona óptica pequeña haciendo que exista un desenfoque periférico. Estos dos métodos se basan en el mismo principio, el desenfoque periférico. En una persona miope nos indica que existe una miopía central y una retina periférica que es hipermétrope. En esta retina periférica los neurotransmisores retinianos mandan señales de crecimiento a la retina central provocando un aumento axial. En cambio, los pacientes hipermétropes tienen una refracción periférica miópica respecto a la refracción central. Por lo tanto, la manipulación del desenfoque en la retina periférica en el ojo humano se ha propuesto como un posible mecanismo de control de la miopía.

Focalización central y periférica en un ojo miope sin compensar (izquierda), compensado con lentes oftálmicas (en medio) y con la compensación óptima propuesta (derecha). 

Además de las medidas preventivas y el uso de lentes de contacto también existen fármacos antagonistas muscarínicos que controlan la progresión de la miopía, como son la pirenzepina y la atropina. La eficacia de estos fármacos dependerá de la concentración empleada y la duración del tratamiento, para así disminuir los efectos secundarios de los mismos. A continuación, vamos a centrarnos en el uso de la atropina en colirio, la cual debe ser elaborada como formulación magistral.

 

¿Qué es la Atropina?

La atropina es un alcaloide que se obtiene de la planta Atropa belladona, familia de la Solanáceas. La planta fresca contiene el alcaloide hiosciamina, que durante su extracción sufre un proceso de isomerización transformándose en atropina.

La atropina, por tanto, es un alcaloide con ésteres orgánicos formado por la combinación de un ácido aromático, un ácido trópico y una base orgánica compleja. El neurotransmisor del sistema nervioso parasimpático, tanto a nivel preganglionar como postganglionar, es la acetilcolina. Ésta, puede interaccionar con dos tipos de receptores como son los muscarínicos y nicotínicos. La atropina presenta una mayor afinidad por los receptores muscarínicos que la acetilcolina, ejerciendo un antagonismo competitivo reversible sobre la acción de ésta. Bloquea todos los subtipos de receptores muscarínicos y no hace distinción entre ellos (M1-M5). El antagonismo, al ser competitivo reversible, puede ser superado por un incremento en la concentración de acetilcolina en los receptores. La atropina no presenta ninguna actividad intrínseca y por lo tanto no tiene efecto sobre los órganos inervados por el parasimpático. Los efectos observados son como consecuencia de la no unión de la acetilcolina con los receptores muscarínicos, y por tanto de la inhibición de su acción.

 

Efectos farmacológicos de la atropina a nivel ocular

Los efectos farmacológicos producidos en el ojo son a nivel del músculo ciliar y el esfínter del iris. En cuanto al esfínter del iris la atropina produce un bloqueo de los receptores muscarínicos previamente estimulados por la acetilcolina, favoreciendo la midriasis. Esta dilatación pupilar es debida tanto a la inhibición del sistema nervioso parasimpático como a la actuación del sistema nervioso simpático por la noradrenalina.

La acción de la atropina en el ojo influye directamente en la acomodación produciendo cicloplejia (parálisis del músculo ciliar que controla la forma del cristalino y con ello el enfoque del ojo a las distintas distancias y sobretodo de cerca) debido a que afecta a la contracción del músculo ciliar impidiendo que adquiera su forma esférica. La no unión de la acetilcolina a los receptores muscarínicos produce la parálisis de este músculo.

Figura 4. Esquemas de corte sagital del ojo y de los músculos del iris

La atropina además de producir midriasis y cicloplejia en el ojo, puede servir como tratamiento para la ambliopía (ojo vago) y para el control de la miopía progresiva.

En cuanto al control de la miopía no se conoce con seguridad el mecanismo fisiológico, pero existen evidencias de que el sitio de acción se encuentra en la retina y que los receptores muscarínicos implicados son el M1 y el M4. Otras publicaciones no pueden evidenciar un efecto de la atropina sobre los receptores no-muscarínicos y si esta unión tiene efectos sobre la miopía. Futuras investigaciones se centrarán en la búsqueda de otros antagonistasmuscarínicos de la M1 y M4, que tengan menos efectos adversos y una selectividad más estrecha que la atropina.

Los efectos adversos más destacados de la atropina por vía oftálmica son a irritación ocular, fotofobia, visión borrosa, pérdida de la acomodación, mala visión de cerca y dilatación pupilar (midriasis). No obstante, para el control de la miopía progresiva utilizamos la atropina a concentraciones muy bajas o atropina súper diluida  reduciendo en gran parte estos efectos adversos.

 

¿Qué dosis es la adecuada de atropina para el control de la miopía progresiva?

Las concentraciones de los colirios de atropina utilizados en el tratamiento y control de la miopía progresiva van desde el 0,01% al 0,05% siendo la más habitual la del 0,01%. Los colirios comercializados de atropina son de dosis mucho más elevadas y, por lo tanto, solo puede ser elaborado por una farmacia especialista en formulación magistral.

En la Farmacia Llano de Brujas somos especialistas en Formulación Magistral de nivel 4, siendo la única farmacia de la Región de Murcia autorizada a elaborar colirios e inyectables. No dude en ponerse en contacto con nosotros si tiene cualquier duda o necesita cualquier aclaración al respecto, nuestros farmacéuticos expertos en formulación magistral le atenderán encantados.

 

¡SALUDos!

 

 

 

Bibliografía

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